El Fantasma de las Navidades pasadas

Si hay algo realmente odioso de las navidades, por encima de cualquier otro fastidio natalicio, es reunirse con familiares lejanos y sentirte obligado a autojustificarte, a explicar a qué te dedicas, y qué es de tu vida sin que todos pongan cara de circunstancia al escucharte.

La Nochebuena pasada fuimos a casa de mi tía que vive en otra comunidad autónoma. Sus hijos, mis primos, tienen bastantes más años que yo y ya de pequeña no me gustaba ir porque me sentía fuera de lugar, cría e insegura con respecto a ellos. Todavía a mis años, y teniendo en cuenta que hacía muchísimo que no iba, no me siento cómoda allí.
A mí me gusta pasar las Navidades con la familia de mi madre, porque he crecido con ellos, y tenemos confianza y un cariño muy distinto.
Pero el año pasado no me pude librar y tuve mis primeras Navidades a lo Bridget Jones.
Supongo que tampoco mis circunstancias personales ayudaban mucho. Empezaba a ver que mis planes profesionales se iban a ir a pique y mi novio de “toda la vida” acababa de dejarme por otra: por su empresa, concretamente.

Un primo: ¿Y tu novio?
Yo: No tengo novio.
Otro primo: ¿Y tu novio?
Yo: No tengo novio.
El primer primo, de nuevo: ¿Y tu novio?
Yo: ¿No te he dicho que no tengo novio?
Primo: Creí que era broma.
Yo: Pues no.

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Como me sacan bastantes años todos ellos están casados y con niños. Así que la reunión era algo así como una manada de leones donde cada una mostraba orgullosa a sus cachorrillos y mi papel era el de hembra infértil echada a perder. Quizás creáis que exagero pero os aseguro que lo parecía. Mi prima, que tiene 37 años, está soltera pero a ella ya están habituados y la dan por imposible. Iba a salir de marcha con ella y sus amigas y comenzó uno de mis primos:

“Ten cuidado con las amigas de Tere (mi prima), que están todas locas”
Yo: ¿Por qué?
Mi primo: Están todas solteras o divorciadas y nada más que con sus coches y sus trabajos…
Yo: ¿Y qué?

¿Captáis el mensaje de “ten cuidado estás a punto de convertirte en una solterona insufrible como ellas”? Menos mal que estamos en el siglo XXI y la mujer se ha liberado de… ¿de qué?

En la cena de Nochebuena.

Un primo: ¿Y cuántos años tienes?
Yo: Veintitrés.
La mujer de mi primo: ¿Veintitrés? Yo me casé con veintitrés. – Entre líneas: ¿A qué estás esperando?
Ahora me doy cuenta de que era una niña. – Consigue, al mismo tiempo que me dice que se me pasa el arroz, llamarme cría.
Yo: ¿En serio? – Con los ojos muy abiertos, en plan, “qué joven, ¿no?”. En ese mismo momento me doy cuenta de que tengo en frente a la mujer de otro de mis primos que se quedó embarazada con dieciocho años y me pregunto si no estaría mejor calladita.

En fin, que los compromisos familiares son una mierda y que odio esa sensación de tener que cumplir una serie de expectativas completamente ajenas a mí y a lo que yo espero de mí misma. Después de todo, seguro que la mujer de mi primo estaría pensando “Ojalá yo hubiera disfrutado de mi juventud en vez de haberme casado con dieciocho”. Y si no lo pensaba pues lo mismo da, mejor para ella.

diciembre 25, 2007. Peripecias.

2 comentarios

  1. Moonish replied:

    figurati, a mia volta l’avevo rubata da qualche parte on line. Quindi, nessun problema. I festeggiamenti sono andati…beh diciamo niente male. Spero solo che non finisca tutto qui..

    Mi spiace solo di non capire una mazza di spagnolo, perchè il blog mi sembra molto interessante 🙂

  2. Lizzy Bèquet replied:

    Forse dovrei anche scrivere in italiano, così non lo dimentico 🙂
    I festeggiamenti non finiscono… Capo d´anno ci aspetta 😛
    Goditi quel che resta.

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